Quien escribe tenía 12 añitos en el momento de la partida de mi abuelo materno Arturo Feliz Bonilla a la edad de 102 años. Dedicó más de cincuenta años al servicio del país, en Venezuela fue instructor del ejército y en el país desempeñó las funciones de: Administrador de Aduanas, oficial del Estado Civil, Juez de Paz e Instrucción, nace en el 1869 en Barahona, y Duarte muere en el 1876, tenía 7 años cuando fallece el padre de la Patria, era nieto del general Ángel Feliz (El Liberata) jefe del Ejército sur de la guerra de Restauración contra España.
Y según nos dice Cicerón “la historia es la madre de la vida”, y para Cervantes “madre de la verdad” en realidad, ambas sentencias eran y son expresiones de deseos, esperanzas de que así sea, apuestas al futuro respecto de la historia sirva para algo bueno, precisamente porque consustancialmente a ella es la verdad.
Es por eso que se deben recuperar la memoria histórica, y el valor de los héroes que han sembrado hitos importantes. Es de ahí que cada país tiene un padre de la Patria o un héroe por el que se identifica como sociedad y como pueblo, el nuestro es Juan Pablo Duarte.
Desde niños nuestros maestros en las aulas no lo han dicho, que Duarte es nuestro héroe, pero ya pasando a las universidades nos damos cuenta, que no solo es el mentor de la dominicanidad, sino que es la persona que hoy necesitamos en cada pueblo.
Como nos dice el abogado e historiador Euclides Gutiérrez Félix en su libro Héroes y Próceres Dominicanos, cito. “Juan Pablo Duarte al realizar esa intensa vida social le permitió percibir que existía un sentimiento patriótico que rechaza la presencia de los haitianos en el país. Y que el mérito de Duarte como patriótica y político organizador estaba fundamentalmente, en que supo interpretar el momento histórico que vivía la sociedad dominicana de aquel entonces”.
Y el 16 de julio de 1838, después de haber realizado una discreta labor de proselitismo, fundó la sociedad secreta “Trinitaria”. Fue un partido político con claros objetivos estratégicos independentistas. La separación de Haití y la fundación de un Estado independiente con el nombre de República Dominicana. Donde Duarte fue el ideólogo, fundador, y propagador de la idea y el instrumento que tenía como función dar a conocer la misma. Pues tenía un claro concepto bien definido de la nación dominicana y de sus integrantes.
Y como en la historia vemos lo que pasó a nuestros antepasados y a la humanidad en sí, y porque es el inicio de nuestro presente
Al terminar es por esa historia que los dominicanos debemos gratitud al principal padre de la Patria, porque gracias a su incansable apostolado revolucionario, a sus principios éticos y morales y a su vocación democrática, tenemos una identidad. Somos dominicanos gracias a Juan Pablo Duarte.
Por Jeovanny Terrero
El autor es periodista y diplomático.