La muerte del artista plástico dominicano Vicente Pimentel en Francia el pasado 29 de mayo, a los 76 años, privó al país del reencuentro con la obra de un artista que, en cambio, fue reconocido por el país que lo acogió.

El Senado francés había reconocido a Vicente Pimentel este mismo año, gracias a la recomendación de la embajadora dominicana Rosa Grullón.

Tuvo que ser su coleccionista principal en República Dominicana, Andrés Van Der Horst, quien asumiera la revalorización de su obra con una muestra en el Centro Cultural de Banreservas, de cuya realización ha enviado el catálogo.

La verdad es que el artista no gozaba del respaldo de ciertas personalidades de los pesos pesados que refrendan a los creadores de las artes plásticas en el país. Aunque sí de un grupo integrado por Van der Horst, Cándido Gerón, Dionisio Blanco, Abil Peralta Agüero, Carmen Rita Pérez, Miguelina Sánchez, Delia Blanco, Mildred Canahuate, Edwin Espinal Matos, Kelvin Naar y José Manuel Portela Bisonó.

Discípulo de Jaime Colson, Vicente Pimentel se había ido a estudiar a Francia, por consejo de este. Y de una vez se quedó en París, donde transcurrió más de 40 años de su vida. Nunca tuvo otra nacionalidad que la dominicana.

Desde el punto de vista estético, tanto en lo figurativo como en lo abstracto, Vicente Pimentel llegó a conformar la poesía como parte esencial del tejido de su imaginería y de su metáfora vital desde el dibujo y la pintura principalmente.

Su obra es tan original como sincera y su impronta en el mercado será cada vez mayor, como casi siempre pasa. Aunque en su caso sería una revalorización con justicia y merecida.

El catálogo dice que del 6 de septiembre al 8 de octubre se mantuvo en el Centro Cultural de Banreservas la exposición “Vicente Pimentel en la colección de la familia Van der Horst”, compuesta por unas 40 obras de distintos formatos y tamaños.



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